Cap. 6 Barcelona 1937
Volver a Barcelona: Bien podría haber sido el título de una canción. De momento constituía, siempre, una ilusión para Alberto. Lo era, después de cualquier ausencia. Cuanto más, esta vez, que había tenido que esperar ocho meses. Pero en este regreso, el deseo iba acompañado de temor y la angustia.
Cada día iba tomando más cuerpo una idea en su cabeza: que la expresión Barcelona 1937 pasaría a convertirse en una hermosa página de la historia. En la Ciudad Condal se había hecho realidad el antiguo sueño de un país sin clases, con ciudadanos libres e iguales.
Durante la primera noche que durmieron en su casa de la calle Correo Viejo, escucharon tiroteos procedentes de la calle. ¿Qué es lo que estaba pasando?. Por la mañana salió temprano para ver lo que podía averiguar.
Cuando regresó se le veía consternado.
- ¿Qué pasa? – le preguntó Francisca.
- Que sin salirnos de la guerra, nos hemos metido en una revolución. Los tiros que oímos anoche procedían de los enfrentamientos entre los anarquistas y los comunistas. Los trotskistas del POUM están intentando mediar entre la rigidez del PSUC y las ideas libertarias de la FAI.
La madre de Francisca, era una mujer asustadiza a la que el exceso de peso no le permitía moverse con agilidad. Temía, hasta bajar a la calle a comprar; y estaba obsesionada pensando que podrían reproducirse los bombardeos de febrero.
Buscando, pues, unas mejores condiciones para las dos; se fueron a vivir a Montgat, a casa de una hermana de la Sra. María. Precisamente allí, desde la parte alta de la colonia, habían presenciado, el 18 de julio, los primeros fulgores del alzamiento fascista.
La tranquilidad de aquel lugar les animó a bajar a la playa algún día soleado de aquel mes de abril. Era un recorrido de apenas diez minutos en el que cruzaban la vía junto al primer túnel para el ferrocarril que se había horadado en España.
El servicio ferroviario de la línea de Mataró facilitaba la comunicación con Barcelona y la llegada de noticias. Así supieron que Guernica había sido bombardeada. El 26 de Abril. Aviones alemanes de la Legión Condor se dedicaron a lanzar bombas durante cerca de cuatro horas. Hubo 1500 víctimas y tres días después los nacionales pudieron adueñarse de aquellas ruinas.
En la melancolía de aquellas circunstancias Alberto experimentó un cierto alivio cuando supo que Antonio Machado se había dirigido a los estudiantes de Madrid para pedirles que “fueran políticos”. Cartés tenía a los intelectuales, como él decía, en alta consideración. Siempre afirmaba que la cultura era el mayor enemigo del fascismo; Pero las circunstancias no le daban respiro, y, así, a los pocos días ...en una tarde de mayo, los resplandores sobre Barcelona les anunciaron nuevos bombardeos. Aquel día les costó conciliar el sueño. No se podían sustraer ante una vaga pero obsesiva imagen de su vivienda destrozada.
Volver a Barcelona: Bien podría haber sido el título de una canción. De momento constituía, siempre, una ilusión para Alberto. Lo era, después de cualquier ausencia. Cuanto más, esta vez, que había tenido que esperar ocho meses. Pero en este regreso, el deseo iba acompañado de temor y la angustia.
Cada día iba tomando más cuerpo una idea en su cabeza: que la expresión Barcelona 1937 pasaría a convertirse en una hermosa página de la historia. En la Ciudad Condal se había hecho realidad el antiguo sueño de un país sin clases, con ciudadanos libres e iguales.
Durante la primera noche que durmieron en su casa de la calle Correo Viejo, escucharon tiroteos procedentes de la calle. ¿Qué es lo que estaba pasando?. Por la mañana salió temprano para ver lo que podía averiguar.
Cuando regresó se le veía consternado.
- ¿Qué pasa? – le preguntó Francisca.
- Que sin salirnos de la guerra, nos hemos metido en una revolución. Los tiros que oímos anoche procedían de los enfrentamientos entre los anarquistas y los comunistas. Los trotskistas del POUM están intentando mediar entre la rigidez del PSUC y las ideas libertarias de la FAI.
La madre de Francisca, era una mujer asustadiza a la que el exceso de peso no le permitía moverse con agilidad. Temía, hasta bajar a la calle a comprar; y estaba obsesionada pensando que podrían reproducirse los bombardeos de febrero.
Buscando, pues, unas mejores condiciones para las dos; se fueron a vivir a Montgat, a casa de una hermana de la Sra. María. Precisamente allí, desde la parte alta de la colonia, habían presenciado, el 18 de julio, los primeros fulgores del alzamiento fascista.
La tranquilidad de aquel lugar les animó a bajar a la playa algún día soleado de aquel mes de abril. Era un recorrido de apenas diez minutos en el que cruzaban la vía junto al primer túnel para el ferrocarril que se había horadado en España.
El servicio ferroviario de la línea de Mataró facilitaba la comunicación con Barcelona y la llegada de noticias. Así supieron que Guernica había sido bombardeada. El 26 de Abril. Aviones alemanes de la Legión Condor se dedicaron a lanzar bombas durante cerca de cuatro horas. Hubo 1500 víctimas y tres días después los nacionales pudieron adueñarse de aquellas ruinas.
En la melancolía de aquellas circunstancias Alberto experimentó un cierto alivio cuando supo que Antonio Machado se había dirigido a los estudiantes de Madrid para pedirles que “fueran políticos”. Cartés tenía a los intelectuales, como él decía, en alta consideración. Siempre afirmaba que la cultura era el mayor enemigo del fascismo; Pero las circunstancias no le daban respiro, y, así, a los pocos días ...en una tarde de mayo, los resplandores sobre Barcelona les anunciaron nuevos bombardeos. Aquel día les costó conciliar el sueño. No se podían sustraer ante una vaga pero obsesiva imagen de su vivienda destrozada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario